
ALIMENTACIÓN Y MEDIOO AMBIENTE EN LOS ANDES
Los tiempos cambian y la sociedad es ahora más consciente de lo que era décadas atrás. Actualmente, la alimentación es una de las actividades en la que más tiempo invertimos: los afanes de la vida actualmente (trabajo, universidad, muchas cosas por hacer) nos obligan a tener una dieta estricta o en su defecto, una buena fuente de alimentos para obtener una fuente de energía y lograr sobrellevar con la cotidianidad.
La universidad de los Andes, desde hace un par de años, comenzó un programa en el cual se planteaba a los alimentos como una de las actividades de mayor crecimiento y desarrollo. el desarrollo de cultivos de la manera más sana posible, tanto para el medio ambiente y el cuerpo humano es uno de los objetivos segundarios y que los estudiantes resaltan de esta materia llamada “Alimentos y Oportunidades Emprendedoras” Esta iniciativa, que tiene lugar en el edificio Aulas, fue una idea de la facultad de administración de la misma universidad en asociación con el departamento de diseño de la misma universidad.
El curso busca el estudio de los alimentos en su relación con las personas y su entorno productivo y de servicios. Una iniciativa aparentemente simple, que al optar por una forma de comer sana puede beneficiar al medio ambiente y las personas de una manera muy positiva. Además, un proyecto en el que las personas ayudan de una manera muy divertida a la búsqueda de un futuro sostenible.
“Empecé con esto de los cultivos desde hace un año y medio… me gustó la iniciativa de la universidad y hablé con uno de los encargados para obtener más información acerca de la clase que se llama Alimentos y oportunidades emprendedoras. Además, en la clase aprendí maneras de como cultivar y lograr hacerlo, luego de un tiempo, lo hice sola en mi casa. Actualmente tengo una pequeña huerta en mi casa en la que cultivo tomates, brócoli, y lechuga. Algunas veces es difícil porque estos cultivos, por lo general requieren de cuidados especiales ya que no están alterados genéticamente y la intención, además, es hacerlo sin ningún tipo de químico, o en su defecto, con una cantidad muy reducida… el clima en Bogotá, sobre todo para estos días, puede ser muy cruel. Llueve mucho, o hace mucho sol… o a veces hay días en los que no sale el sol y es difícil que los cultivos sobrevivan por si solos”.


Laura Carvajal y Paula Cuellar, son dos participantes de este proyecto quienes decidieron aportar a esta investigación. Hablando sobre su relación con este proyecto y la manera en que esta misma ayuda al medio ambiente y ellas mismas.
“Cuando veía la clase visitaba la huerta como 10 veces al mes para vigilar el proceso y verificar que estuviesen bien. Además, en este proyecto hay personas que estén pendientes y hay recursos que no solo da la facultad de administración sino nosotros, los mismos estudiantes aportamos en esta materia de una u otra manera.
Mucho antes de conocer este proyecto me convertí al veganismo, el tener mi propio cultivo, me ayuda de una u otra manera a ser más comprometida con el medio ambiente ya que procuro evitar productos químicos que tengan consecuencias desencadenadas en el aire, animales, ríos o hasta incluso en las demás personas”

En la actualidad, hay más personas dispuestas a ayudar al medio ambiente, asimismo, a ayudar a sus cuerpos por la manera en que se alimentan. El medio ambiente, se ha visto afectado por la manera en que diferentes empresas productoras de alimentos, como huertas, granjas, y demás han introducido en sus cultivos insecticidas y potentes concentraciones químicas (como el glifosato) que desarrollan, no solo en las personas enfermedades como el cáncer, sino grandes daños en los ríos y especies que se encuentran alrededor de los cultivos.
“En realidad, son más efectos positivos que negativos, de hecho, no veo ningún efecto negativo. Además, quiero hablar desde mi caso, desde que empecé a hacer este cambio de rutina tanto en mi dieta como con lo que hacía con los cultivos noté una mejora en mi vida espiritual de muchas maneras.
Tenemos que pensar que estamos en un mundo en el que actualmente todo está infestado por químicos y que además acceder a estos es muy fácil. Tenemos que incentivar a las nuevas generaciones a hacer este tipo de cultivos sin ningún tipo de químicos y que además desarrollen una dieta balanceada ya que ellos serán los responsables de su alimentación en un futuro” –Paula
La clase actualmente es ofertada como una de las electivas en diseño, pero en periodos anteriores era ofertada por la facultad de administración. Sin embargo, dicha iniciativa sigue liderada por la facultad de administración.
“En la clase somos autónomos en nuestro trabajo… es opcional el uso de químicos, aunque preferimos no hacerlo. Nos dividimos en grupos de 4 o 5 y cada uno tiene derecho a ciertas semillas y un espacio en la huerta que está en la universidad. Tenemos que vigilar constantemente su evolución e informar a los profesores sobre estos. Al final de semestre se recogen os cultivos y hacemos una especie de “presentación” de todos los procesos que ocurrieron en los cultivos durante todo el semestre. Muchas veces comemos los cultivos… Respecto a mi posición, solamente utilicé agua y abono para mis cultivos y los de mi grupo. Acordamos todos hacerlo así ya que pensamos que era mucho más saludable. Además, queríamos notar ese cambio entre los alimentos que consumimos a diario y los que nosotros mismo íbamos a cultivar”

Los recursos naturales del planeta son elementos importantes que aparte de sacarle provecho, debemos cuidar entre todos, y la universidad de los Andes desarrolla una iniciativa en la que, aunque el objetivo principal de la clase sea el del mercado y maneras de producir alimentos, los estudiantes ven esta materia como una oportunidad de desarrollar sus habilidades en las áreas del cultivo para lograr desarrollar mecanismos alimenticios saludables con el cuerpo humano y medio ambiente. Por último, en algunos casos los estudiantes desarrollan tal interés en el tema que logran desarrollar su propia huerta y contribuir de alguna u otra manera al cultivo de alimentos sin químicos de una manera ecológica y económica.
“Debemos potenciar el consumo de estos alimentos, sobre todo los vegetales, ya que estos suponen un menos consumo de CO2, por lo que potencian al organismo y al mismo tiempo ayudan al medio ambiente… a comparación con el sector ganadero, ya que estos tienen efectos adversos en la estabilidad y salud del planeta.
También tenemos que eliminar la práctica de desperdiciar alimentos ya que esto es una de las perores cosas que se pueden hacer... actualmente se pueden utilizar hasta tutoriales en internet para aprender a cultivar uno mismo en casa”-Laura.
La actuales iniciativas impulsadas por la universidad de los Andes hacen que lo estudiantes, a parte de los objetivos planteados por el curso, desarrollen un interés sobre el auto-cultivo y el cuidado del planeta. Se deben establecer sistemas alimentarios más saludables y que sean sostenibles, aceptables y económicamente asequibles
Es importante que en el ambiente universitario se nos enseñe a lidiar con los problemas que nos afectan directamente y que además son indispensables para la vida de cada ser humano, los procesos químicos en los alimentos, sus efectos en el ser humano y medio ambiente son claramente uno de estos. Asimismo, la contaminación de aguas, pérdida de fertilidad de suelos y biodiversidad e incluso el uso excesivo de tóxicos sobre algunas tierras, entre otros. La universidad está comprometida, en cierta medida, desarrollando iniciativas como la clase de Alimentos y oportunidades emprendedoras que incentivan en los estudiantes el desarrollo sostenible de alimentos.
“Disfrutar de una alimentación saludable muchas veces nos significa hacer sacrificios ni abandonar la “buena comida”, sino realizar algunos arreglos en la dieta para lograr efectos positivos en el medio ambiente y en el cuerpo. No solo yo pienso esto, sino que muchos de mis amigos y hasta expertos, supongo, que, por deducción, ven esto como una doble ventaja, como mencioné anteriormente, tanto para el cuerpo como para el medio ambiente” –Paula.
