
Son las 5:30 de la mañana. Se ve salir el sol en Bogotá, la central de abastos "Corabastos" a esta hora de la madrugada parece un hormiguero, está a reventar de personas comprando, vendiendo, cargando y descargando alimentos. Entre la puerta número 7 y la 8 se encuentra la “Bodega Reina“. Este es el lugar donde se acumula los “desperdicios” o los productos que se consideran ya no aptos para la venta. A la central llega la mayoría de productos agrícolas que se distribuirán en el área metropolitana de Bogotá. Se ven llegar tractomulas y camiones cargados de verduras, frutas, hortalizas y productos vegetales. Estos son descargados en las bodegas en donde se selecciona lo qué sirve y lo que no Todo lo que no pasa el filtro por calidad o por llevar demasiado tiempo es tirado a contenedores.
A eso de las 7:30 am la actividad en la central de abastos comienza a disminuir. Las tracto mulas y camiones ya están completamente descargados. Los arrumes de alimentos desechados superan el metro y medio de altura y junto a los contenedores se pueden observar pilas secundarias de desperdicio.
A eso de las 10:00 am aparece un grupo de personas que rebuscan entre lo que los comerciantes han desechado. Se ven hombres, mujeres, niños, incluso ancianos que seleccionan alimentos que aún se pueden comer. Las motivaciones por las que lo hacen son variadas. Quienes son de bajos recursos lo hacen para poder comida a su casa. Otros encuentran en esto una fuente económica pues luego de una fuerte selección algunos de estos alimentos son revendidos. Es posible ver en los alrededores de la central carretas con plátanos magullados o paquetes de tomates en las mismas condiciones pero que logran venderse a bajos precios. Junto los contenedores de basura se observan también algunos hombres que empacan ameros de mazorca, cascaras de arveja y hojas de espinaca en costales. Uno de estos trabajadores me explica que muchos ganaderos recogen estas hojas , las trituran , las secan y se las dan al ganado como alimento.
Todas estas personas se pueden considerar como freegans. El freeganism, friganismo en español, es una práctica en la que se obtiene valor de los “desperdicios”, particularmente de comida. Se puede ser un freegan natural cuando se realiza de manera inconsciente dadas unas necesidades básicas. Un freegan consciente, en cambio, es aquel que por elección propia elije realizar esta práctica con diferentes objetivos además de satisfacer las necesidades básicas. Este es el caso de un grupo de jóvenes Bogotanos para quienes el desperdicio de alimentos y la desigualdad en la distribución de los mismos representa una fuerte problemática en la sociedad actual. Para Nicolás Duarte, miembro de este grupo “el friganismo es un modo de protesta consiente , es comer de la basura aun sin necesitarlo ,no es que seamos tacaños , es que duele ver cuanta gente muere de hambre mientras otros tiran lo que no está bueno , lo que es rescatable. Si como consumidores somos más conscientes entonces vamos a botar menos, eso es lo que nosotros hacemos, mostrar que se puede comer de lo que tiramos porque aún está bien”. Así mismo Duarte considera que esta propuesta tiene como fin demostrarle a la sociedad colombiana que existe una visión errónea y egoísta en la industria alimenticia.
El desperdicio es un grave problema que apenas en el 2005 inicio a ser tratado por la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación, más conocida como FAO. Esta problemática va más allá del impacto ambiental pues se trata de cómo la seguridad alimentaria se ha visto afectada a nivel mundial, cuya impacto es refuerza el efecto de la desigualdad en especial en países en vía de desarrollo. A nivel mundial se especula que el 6 % de desperdicio corresponde a Latinoamérica Nuestro país es uno de los países que más desperdicia con algo más de 9,7 millones de toneladas de alimentos desechados anualmente. Estas cifras resultan preocupantes cuando se cuenta con uno de los índices más altos de desigualdad a nivel global, en donde, según el DANE, casi una tercera parte de la población se encuentra en condiciones de pobreza monetaria.
La seguridad alimentaria es el concepto que explica la responsabilidad de una sociedad para proveer alimentos necesarios a todos sus miembros. En estos términos, Colombia se encuentra en graves problemas. Según la encuesta nacional de situación alimentaria llevada a cabo en el 2016 por el Ministerio de Salud, el 42% de los Colombianos no lleva una alimentación óptima. Se especificó además que en la cadena de producción y consumo de alimentos , el mayor desperdicio se está dando en la etapa de producción , se estima que el 40,5 % de los alimentos que se pierden lo hacen en esta etapa. Precisamente esto es lo que ha impulsado a jóvenes como Nicolás a practicar el friganismo y a replicar su actuar por redes sociales.
Además de esto se sabe que la región que más mal uso le da a los alimentos es la región centro oriental del país, desechando más de 1,7 millones de toneladas anuales, junto con la región centro sur desperdician casi la tercera parte de alimentos del país. De manera que no es coincidencia que la labor de concientización acerca del desperdicio que llevan a cabo los freegans tenga como objetivo impactar las grandes ciudades. Es por esta razón que a la labor del grupo de jóvenes Bogotanos se han sumado personas de Cali y Medellín.
“El desperdicio es un problema de proporciones titánicas , que tiene como responsable a un modelo de producción y consumo agrícola industrializado en el que se busca maximizar las ganancias , pero en el que se han dejado atrás valores humanos como la misericordia , la fraternidad y la compasión “. Estas son palabras de Andrés Rodríguez un joven diseñador de Bogotá que a pesar de tener un salario estable y vivir en un buen sector de la ciudad, participa en jornadas freegan . Andrés también es defensor de los derechos animales y por sobre todo enemigo del sistema capitalista desigual e inhumanizado.
Al hablar con este grupo de jóvenes se puede decir que el problema del desperdicio no deriva exclusivamente del factor humano de consumo , también de la falta de condiciones técnicas en la producción, almacenamiento y trasporte de alimentos. La FAO desde 2005 creo el programa desperdicio0que invita a empresas privadas a vincularse con la causa de disminuir el desperdicio , las condiciones que se piden son ser una empresa privada que produzca alimento y que esté dispuesta a modificar sus prácticas para disminuir la perdida. A los esfuerzos de la FAO por amortiguar este problema se suman acciones gubernamentales a nivel nacional que a través del DPN y el SENA (sistema de educación nacional) ha puesto a disposición de los agricultores interesados, una red de apoyo que brinda conocimientos, créditos y contactos que permitan mejorar la actividad agraria con el propósito de aumentar el aprovechamiento de los alimentos, así como fortalecer la seguridad alimentaria del país.



